Tifon
En la mitología griega, Tifón,1 Tifeo,2 Tifoeo3 o Tifaón4 (en griego antiguo Τυφών Typhôn, Τυφάων Typhaôn, Τυφωεύς Typhôeus o Τυφώς Typhôs, de τῦφος typhos, ‘humo’; en latín Typhon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes. Fue el hijo disforme de Gea —la Tierra—, con Tártaro, el cavernoso vacío inferior:
Tifón intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes. Inicialmente, Tifón dominó a Zeus y arrancó sus tendones, pero estos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño; tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más hasta derrotarle. Vencido, Tifón fue confinado bajo el monte Etna.
Según las descripciones, Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado: su estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes se hallaba repartido entre sus muslos, con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, crear huracanes y terremotos con el movimiento de sus alas.