Centauro
El centauro es un híbrido de hombre y de caballo, compuesto de un torso humano soldado a una grupa de caballo: es un hombre hipópodo o un caballo androcéfalo que aunque cuadrúpedo, posee dos brazos con los que utiliza el arco. Este personaje fantástico, semihumano, aparece también entre los signos del Zodíaco con el nombre de Sagitario y disparando a Capricornio.
El origen de la figura del centauro se sitúa en el siglo IV a.C., heredado de la mitología clásica, este ser fabuloso nace de Centauro y las yeguas de Magnesia, y ya está presente en la Odisea de Homero, donde se resalta su sensualidad y violencia asociada a su carácter masculino y activo. Por lo general, luchan contra los héroes como Heracles en disputas relacionadas con las mujeres. En contraposición a esta imagen del centauro malvado, aparece también en el mundo clásico la figura de Quirón, el más justo de su especie y maestro de Aquiles por encargo de su padre Peleo.
No es extraño encontrarse a centauros luchado por un animal o entre sí, pero por lo general en el románico, la figura más habitual es la del centauro-sagitario del zodíaco, solo y armado con su arco a punto de disparar una flecha. En la mitología griega se le atribuye el carácter de fogosidad y violencia ciega, caracteres que serán heredados por el simbolismo cristiano, llegando incluso a encarnar al propio demonio. En la Edad Media se convirtió en un símbolo de fuerza incontrolada, violencia sexual y lujuria. En ocasiones las flechas del centauro se dirigen a personajes o seres de signo negativo, como arpías o dragones, por lo que se interpreta como un cambio de signo para convertirse en un elemento positivo de lucha contra el pecado.